Elemento en forma de bocina al tener más anchura en una cara del mismo que en la opuesta.
Acabado que se obtiene al labrar la piedra natural o el hormigón con “bujarda” o “martillina” (especie de martillo con cabezas dentadas).
El aspecto es granulado y por tanto rugoso aunque homogéneo, a diferencia del “pulido”, que es un acabado liso y brillante, o del “apomazado”, terminación también lisa pero mate.
Borde de las calzadas o vías de circulación (principalmente calles) adosada a las fachadas de los edificios o situada en el extremo de dichas calzadas, destinado a facilitar el tránsito de los peatones.
Normalmente, en el borde de la acera hacia la calzada hay un bordillo, que es la transición entre ambas.
Sistema de contención provisional de sistemas estructurales, de encofrados verticales o de paredes de tierra dispuesto transversal a las mismas, esto es, horizontalmente.
Los elementos lineales del sistema se denominan “codales”, y pueden ser desde simples maderos hasta grandes vigas, en función del esfuerzo a soportar.
Punto en el que se deriva un fluido, una energía o una señal desde una “infraestructura” (los servicios generales de una población) hasta un edificio (abastecimiento de agua, energía eléctrica, redes de telecomunicaciones, gas), o viceversa (saneamiento).
La acometida es la linde de propiedades (entre la propiedad particular o pública de la edificación y la empresa concesionaria del servicio o la propietaria del mismo).
Pasillo situado sobre la muralla y tras la protección que le ofrece el parapeto (peto) o las almenas, en su caso, utilizado para los puestos defensivos.
En las murallas de mayor envergadura puede existir el “camino de ronda” o “paseo de ronda”, una calle en la que se hacía la ronda de guardia, aunque en algunos foros se utiliza como sinónimo de adarve.
Pieza maciza en forma de prisma rectangular, de material labrado o texturado, que se utiliza habitualmente como pavimento de calzadas.
Normalmente es de granito u hormigón, aunque también los hay cerámicos y con otras geometrías (curva, hexagonal, en cruz …).
Término vulgar por el que se designa al fenómeno que se produce cuando el agua de amasado de un mortero se pierde rápidamente por desecación.
Se aplica principalmente a los revestimientos continuos (enfoscados) y se manifiesta por fisuración superficial en forma de escama, mapa o piel de cocodrilo (debido a la fuerte retracción al secar), y porque al frotar con la mano se disgrega la superficie soltando arenilla. Se origina normalmente por aplicar en tiempo muy caluroso y/o con el soporte ávido de agua, quedando el revestimiento tan seco que retrae obviamente en todas direcciones y de ahí ese dibujo tan característico semejante al efecto de la desertización.
La superficie del hormigón también fisura por retracción, normalmente por un mal curado (cuando no se riega y las temperaturas son altas no se produce bien la reacción química de “fraguado”, según la cual se trasforma un aglomerado fresco –el hormigón, por ejemplo- en otro cohesionado y endurecido, deficiencia que produce estas fisuras y otras consecuencias). También se suelen manifestar fisuras de retracción en los pavimentos continuos de hormigón, por no hacerle las denominadas juntas de contracción o de retracción a distancias prudentes, para que por dichas juntas liberen las tensiones que producen este tipo de fisuras, al retraer.
Cualquier producto obtenido de la unión de fragmentos de un mismo material: de madera (virutas o fibras de madera aglomeradas con cola o resinas), de corcho (para aislamiento acústico industrial), de caucho (pavimentos blandos), asfáltico (firmes de viales), de piedra (el terrazo o la piedra artificial, por ejemplo), etc.
Requiere un aglomerante para unir los fragmentos (cola, resinas, cemento, cal, betún …).
Los ejemplos más corrientes de aglomerados son el mortero de cemento (cemento, arena y agua), el mortero de cal (“argamasa” = cal, arena y agua), el hormigón (cemento, árido fino, árido grueso y agua), el tablero de virutas de madera, etc…
Cualquier material capaz de unir (aglomerar) fragmentos de otros hasta obtener un único producto cohesivo.
Para más precisión, la unión de tipo físico (aglomerado) será la formada por aglomerantes, y la de tipo químico (conglomerado) por conglomerantes, aunque los dos términos se utilizan indistintamente.
Aglomerantes / Conglomerantes son entre otros: el cemento, la cal, el yeso, las resinas, la cola, la cal, la arcilla, el betún…
Material o elemento que atenúa la trasmisión del frío y del calor (aislante térmico), del ruido (aislante acústico), de ambos (aislante termoacústico), y de la electricidad (aislante eléctrico).
Hay otros materiales que aíslan igualmente pero que ya no se conocen como aislantes, pues tienen designaciones propias en su campo, como por ejemplo el plomo respecto a las partículas radioactivas, ciertos vidrios en relación con la luz solar (especialmente los reflectantes), o la protección contra el fuego (“ignifugado”).
No tiene por qué ser necesariamente un sólido, pues el aire y el agua aíslan. Así por ejemplo, las cámaras de aire de los cerramientos o de los vidrios, son excelentes aislantes.
Singularmente, en algunos foros se habla también de “aislantes de la humedad”, de manera que un cuerpo no estanco al agua sería, según tal denominación, un cuerpo no aislado o deficientemente aislado. Técnicamente es correcto, pero lo usual es que el aislante contra la humedad se denomine “impermeabilizante”.
Los aislantes térmicos son los que tienen menos capacidad de trasmisión de la energía calorífica, como la fibra de vidrio, los poliestirenos o el poliuretano.
Los aislantes acústicos son los materiales con mayor densidad o los absorbentes sonoros (fono-absorbentes). Por densidad, el hormigón es un excelente aislante acústico, y por fono-absorbencia, la lana de roca entre otros materiales fibrosos.
Caso especial de aislante acústico es la “pantalla acústica”, muro o mampara que se dispone en carreteras para atenuar el ruido del tráfico cuando la vía pasa cerca de núcleos residenciales.
Los aislantes eléctricos son los materiales plásticos, al no ser conductores de la electricidad.
Remate o tejadillo que se coloca en la coronación de los muros para que el agua no les caiga directamente.
Pieza articulada que cuelga de la hoja de una puerta para llamar golpeándola.
Poyete o vierteaguas exterior de una ventana. Es la pieza que cubre el antepecho.
Es semejante a la albardilla, aunque ésta se asocia a la coronación de un muro o un pretil, y el alféizar a una ventana.
Para que la suciedad del alféizar que resbala por el mismo no manche el antepecho, es conveniente que por la cara inferior del alféizar se abra un goterón.
Revestido de una pared o zócalo con “azulejos” (baldosas cerámicas vidriadas).
La intención es proteger del agua las paredes de los locales húmedos, dependencias a las que se asocia más el término: baños y cocinas. Aunque esto mismo se consigue con otros revestimientos (estuco, aplacado…), lo habitual sigue siendo el alicatado en tales dependencias.
Cuando varios azulejos componen una imagen, se denomina “mural”.
Depósito de almacenamiento de agua.
Los aljibes urbanos de los que aún quedan vestigios eran subterráneos y se alimentaban normalmente de acequias.
Los depósitos clásicos comunitarios (como en las casas-patio, por ejemplo) eran los pozos, alimentados por los acuíferos.
Actualmente, los aljibes se disponen en los sótanos a modo de tanques entre muros de hormigón, con acometida de agua apta para el consumo.
Cada uno de los elementos elevados sobre el parapeto de una muralla que sirven de protección al defensor.
Estas elevaciones son normalmente prismas, del mismo material que la muralla, y están separados unos de otros equidistantemente.
Los huecos entre almenas se utilizaban para el contraataque del defensor (con flechas, por ejemplo) cuando este no se protegía tras la almena. Cuando ese hueco servía para situar cañones, las almenas adyacentes se denominan merlones.
Torre de las mezquitas desde la cual se llama a la oración.
Actualmente, el término minarete es sinónimo (antes no, cuando era considerado un galicismo).
Motivo decorativo consistente en el relieve que forman los sillares de piedra al sobresalir ostensiblemente de la fachada.
Las “almohadillas” (son cada uno de los sillares que compone un almohadillado) se caracterizan por tener las aristas achaflanadas o redondeadas y es habitual que estén labradas.
Cualquier sistema destinado a fijar un elemento firmemente a un soporte, para que dicho elemento no se mueva.
a) El anclaje puede ser desde un tornillo o un gancho hasta un sistema de armaduras tensadas; b) el soporte puede ser una pared, un suelo, un techo e incluso un terreno (donde se anclan los muros-pantalla); c) el elemento a anclar puede ser un aplacado, un muro, un falso techo, las piezas de una cubierta, una reja…
Los anclajes más frecuentes son los de tipo físico (mecánico), aunque también proliferan los del tipo químico (con resinas) principalmente para refuerzos estructurales.
Y singularmente, el anclaje se puede conseguir con el mismo elemento a anclar, prolongándolo en su empotramiento (se denomina “longitud de anclaje”), en la misma dirección (“prolongación recta”) o doblándolo en forma de gancho (es el caso de las barras de acero con que se arma el hormigón).
Armazón o estructura provisional que conforma plataformas para trabajar en altura.
No es un sistema de seguridad, sino un lugar de trabajo que debe ser seguro como todos los demás.
Hay muchos tipos en función de las condiciones del edificio y su entorno, siendo el más utilizado y convencional el “andamio tubular”; cuando no hay lugar para apoyar en el suelo, se puede colgar de la cubierta con sistema de poleas y cuerdas, en cuyo caso se denomina “andamio colgado”; cuando la altura a salvar es escasa, el armazón es tan simple como una tablazón sobre dos especies de patas metálicas (caballetes o borriquetas), denominándose “andamio de borriquetas”; cuando no puede apoyar en el suelo ni ser colgado de la cubierta, se puede empotrar en pared anclándolo en los mechinales, de los cuales quedaría en voladizo, y de ahí su nombre: “andamio de mechinales”; los cuerpos de andamios con ruedas se denominan “torres móviles”.
En particular, hay andamios concebidos no para trabajar sobre ellos, sino para apear fachadas (normalmente, las que se deben respetar por tener algún grado de protección). Se denominan “estabilizadores de fachada” y su misión es netamente estructural, pues transmiten al terreno los esfuerzos derivados del empuje de la fachada al intentar volcar.
El conjunto de andamios se denomina “andamiada” o “andamiaje”
Elemento lineal en forma de ángulo recto o “L”.
Generalmente es de acero y se utiliza para diversos usos, casi siempre para ser dispuesto en rincones o esquina, y de ahí su forma.
De perfiles angulares son los cercos en los que encajan las tapas de las arquetas, algunos elementos de las cerchas, ciertos tipos de cargaderos, cantoneras, etc… También se utilizan como refuerzos estructurales y como remates en muchas modalidades.
Protección frente al vacío “delante del pecho”. Es la parte ciega o baranda bajo la ventana, o el pretil de una azotea transitable, donde una persona puede asomarse.
Forma de disponer piezas que unidas componen un mismo elemento constructivo.
En construcción, se aplica fundamentalmente a los muros de ladrillo y de bloques de hormigón o piedra regularmente geométricos (sillares).
Entre otros factores, el aparejo depende del grosor del muro, el cual se suele definir en pies, siendo “½ pie” , “½ asta” o “citara” el grueso que da la anchura de la pieza (se corresponde con el aparejo a soga), “1 pie”, “asta” o “citarón” el grueso que da la longitud (que se corresponde con el aparejo a tizones), etc
Los sub-términos indicados son algunos de los definidos en la antigua norma NBE-FL-90, de “Muros resistentes de fábrica de ladrillo” (los aparejos varían de disposición para un mismo nombre en función de la zona geográfica y fuente que se consulte; aquí se utilizan algunos de los sub-términos “oficiales” procedentes de la norma citada).
Entramado provisional que sostiene una construcción o parte de ella.
El apeo es también el sostenimiento de otro entramado provisional, como el tablero de un encofrado. En cambio, si lo que se sostiene es un terreno (normalmente una zanja profunda) el término más adecuado será entibación.
Revestimiento de una pared, muro o fachada hecho con placas o baldosas.
Los materiales son muy variados, siendo los más usuales la piedra natural, el gres y la chapa metálica. Cuando la pieza con la que aplacar es de un espesor muy reducido (como una chapa) se denomina “chapado”, aunque ambos términos, aplacado o chapado, se suelen utilizar indistintamente en todas las situaciones.
La colocación se puede realizar mediante adhesión física (con mortero de cemento, cada vez menos utilizado), adherencia química (con adhesivo), fijación mecánica (con anclajes metálicos), mixta combinando las anteriores, y sobre entramado (para fachadas ventiladas).
Elemento curvo que forma la parte superior de un hueco.
Técnicamente es un cargadero o dintel, pues cierra un hueco por arriba, soporta cargas y las trasmite a las jambas o mochetas del hueco.
Caja enterrada o empotrada que recibe instalaciones o fluidos a través de colectores y los distribuye o hace de enlace con otras divisiones de la misma red a la que sirve. También sirve de registro y limpieza.
Aunque ciertos registros de electricidad y telecomunicaciones también se denominan arquetas, este término se refiere normalmente a la red de saneamiento. En dicha instalación, las “arquetas a pie de bajante” son las que hacen de transición entre las redes verticales y horizontales; las “arquetas de paso” son las que conectan colectores; y las “arquetas sifónicas” son las que se sitúan a final de tramo para evitar el paso de olores al interior.
Pueden ser de ladrillo, PVC u hormigón.
Cada uno de los arcos concéntricos de una portada abocinada.
En realidad, es la moldura o anchura, decorada o no, del extradós del arco.
Este sistema se utilizaba en los muros de fachada de gran espesor para reducir con el abocinado el efecto túnel o bóveda, y pueden encontrarse más o menos decoradas en función de la importancia del edificio, de la época y de su estilo arquitectónico.
Conjunto de elementos que sirve para complementar la estabilidad de un entramado o una estructura.
Cada elemento que ejerce esa función se denomina “riostra”, y cuando concretamente se coloca en un cimiento para arriostrar zapatas se denomina “viga riostra”, “viga o zuncho de cimentación” o “zuncho de atado”.
Cuando lo que arriostra son dos elementos verticales, y el arriostramiento se dispone en cruz girada o aspa (o sea, con dos elementos), se denomina “Cruz de San Andrés”.
Los elementos más tipológicos de este término son los tornapuntas, pues al ser inclinados ejercen de arriostramiento de un elemento vertical a otro horizontal y viceversa.
Las piezas de arriostramiento pueden ser de hormigón, metálicas, de madera e incluso cables.
Singularmente, los muros también se pueden considerar arriostrados por otros muros dispuestos transversalmente o incluso por machones de fábrica, del mismo material.
Techo de madera ricamente decorado, que se denomina así por su forma de artesa invertida.
La decoración suele ser poligonal y se ornamenta con el cruce de vigas, viguetas, molduras, fondo de tableros…
Descenso afectante de un terreno.
Cuando un terreno es afectado por un factor externo (el agua, la excavación de un colindante, etc…) o cuando se le modifica su estado de cargas (cuando se apoya algo sobre él), tiende a asentar (pues es lavado por el agua, descomprimido por la acción del vecino o alterado pues se le está aplicando un peso que antes no lo comprimía). Todo terreno en esas condiciones (cuando es alterado) asienta, pero no siempre con afectación a los sistemas estructurales o constructivos sustentados. Técnicamente, se dice que se produce un asiento cuando es afectante.
El asiento puede ser más o menos homogéneo, en cuyo caso se sigue denominando “asiento” en general. Cuando una parte del terreno asienta y la adyacente no, o cuando hay una diferencia apreciable entre los asientos de dos zonas en las que está apoyada la misma edificación, se denomina “asiento diferencial”.
En el caso de terrenos que modifican su estado al ser cargados, se denomina “asiento instantáneo” a aquel que se produce justamente en el momento en que se aplica la carga.
Cobertura de un edificio o de un cuerpo de edificación con pendiente mínima del 1% y máxima del 5% con una excepción para cubierta no transitable acabada con lámina autoprotegida, que puede llegar al 15%.
La definición anterior es la del actual Código Técnico de la Edificación (CTE), y pueden ser transitables, no transitables y ajardinadas.
Sinónimos son “terrado” y “terraza”, aunque este último término se aplica solo a las azoteas transitables y tiene otras acepciones (plataforma elevada del suelo que se utiliza para el ocio).
En función del sistema constructivo, los más usuales son:
Ajardinada: no sólo se diferencia por la función (jardín), sino por el propio sistema constructivo, que debe ser muy específico frente a la agresiva acción de las plantas y ante la dificultad de mantenimiento.
A la andaluza: se forma con una sucesión de capas una sobre otra, formalizándose las pendientes con un material ligero para reducir peso.
Invertida: es una terraza a la andaluza en la que se sitúa el aislante sobre la impermeabilización. Es la que más se utiliza en la actualidad, habiendo caído en desuso la cubierta plana a la andaluza tradicional (en la que el aislante se colocaba abajo, sobre el forjado).
A la catalana: consiste en un tablero colocado sobre tabiquillos, con lo cual se forma una cámara de aire sobre el forjado, cámara que necesita ser ventilada por el perímetro.