Grandes sifones instalados a la salida del saneamiento a su acometida
Tubo curvado en el que siempre hay agua retenida (cierre hidráulico), a través de la cual no pasan los gases, es decir, los olores fétidos de la instalación de saneamiento.
Los desagües de los aparatos sanitarios pueden disponer de sifones individuales o bien evacuar a un recipiente empotrado en el suelo que se denomina “bote sifónico”, el cual también retiene agua y por lo tanto ejerce igualmente de sifón (de ahí el nombre) sin necesidad de instalar sifones individuales.
Los fregaderos de las cocinas siempre tienen sifón incorporado, pues en esos locales no hay botes sifónicos a los que desaguar. Los inodoros llevan el sifón incorporado en el propio diseño de la pieza.
Por último, también se fabrican sifones en arquetas, debiendo colocarse en la última de una red (denominándose “arqueta sifónica”), e igualmente, todos los sumideros que se suministran para azoteas llevan sifón, y se denominan “sumideros sifónicos”. En el caso de la arqueta, el agua que ejerce de tapón se acumula en su fondo, y en el caso del sumidero, el agua queda en una especie de anillo perimetral.