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14 de Septiembre de 2022 a las 08:50

Desarrollo sostenible, Arquitectura Técnica

Objetivos para un desarrollo sostenible. ¿Estamos concienciados?
.Montserrat Bosch González

En 2015, la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, en palabras de la propia Organización, “una oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un nuevo camino con el que mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás”. 

Dicha agenda cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que incluyen desde la eliminación de la pobreza hasta el combate al cambio climático, la educación, la igualdad de la mujer, la defensa del medio ambiente o el diseño de nuestras ciudades. Invito desde este momento a consultar la página web de la ONU, a entretenerse en leer los Objetivos generales y, si es posible, dedicar un tiempo a comprender las Metas detalladas para cada uno de ellos.

Los ODSs nos atañen
Como bien sabemos, el sector de la construcción tiene un peso importante en la economía (aproximadamente un 6% del Producto Interior Bruto en España y con cerca de 1,3 millones de personas trabajando, según datos oficiales) y afecta de pleno en la vida de las personas ya que, sobre todo en contextos urbanos, pasamos aproximadamente entre el 70/80% de nuestro tiempo dentro de edificios. ¿Somos conscientes los profesionales del sector de hacia donde debería encaminarse nuestra actividad para dar respuesta a estos objetivos universales de desarrollo sostenible?

Hagamos juntos un breve repaso por los ODSs intentando recoger tanto la actividad del ejercicio de la Arquitectura Técnica como la investigación que llevamos a cabo desde las universidades e incluyendo el tejido empresarial, de manera amplia, para intentar abarcar todo el espectro del sector.

Desde los Colegios profesionales se han estado organizando coloquios, webminars y otras actividades para visibilizar los ODSs y acercarlos a la actividad del sector. Hay 5 Objetivos que claramente se identifican con la construcción y la edificación: ODS 3 Salud y Bienestar; ODS7 Energía asequible y no contaminante; ODS9 Industria, Innovación e Infraestructura; ODS 11 Ciudades y comunidades sostenibles y ODS12 Producción y consumo responsable. Detengámonos en cada uno de ellos para identificar qué podemos hacer y cómo podemos participar para lograr las metas marcadas.

ODS3 Salud y Bienestar
3.4 Para 2030, reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante la prevención y el tratamiento y promover la salud mental y el bienestar

3.9 Para 2030, reducir sustancialmente el número de muertes y enfermedades producidas por productos químicos peligrosos y la contaminación del aire, el agua y el suelo

ODS7 Energía asequible y no contaminante  
7.1De aquí a 2030, garantizar el acceso universal a servicios energéticos asequibles, fiables y modernos

7.2 De aquí a 2030, aumentar considerablemente la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energéticas

7.3 De aquí a 2030, duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética

ODS9 Industria, Innovación e Infraestructura
9.1 Desarrollar infraestructuras fiables, sostenibles, resilientes y de calidad, incluidas infraestructuras regionales y transfronterizas, para apoyar el desarrollo económico y el bienestar humano, haciendo especial hincapié en el acceso asequible y equitativo para todos

9.4 De aquí a 2030, modernizar la infraestructura y reconvertir las industrias para que sean sostenibles, utilizando los recursos con mayor eficacia y promoviendo la adopción de tecnologías y procesos industriales limpios y ambientalmente racionales, y logrando que todos los países tomen medidas de acuerdo con sus capacidades respectivas

OSD11 Ciudades y comunidades sostenibles 
11.1 De aquí a 2030, asegurar el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles y mejorar los barrios marginales

11.4 Redoblar los esfuerzos para proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo

11.b De aquí a 2020, aumentar considerablemente el número de ciudades y asentamientos humanos que adoptan e implementan políticas y planes integrados para promover la inclusión, el uso eficiente de los recursos, la mitigación del cambio climático y la adaptación a él y la resiliencia ante los desastres, y desarrollar y poner en práctica, en consonancia con el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, la gestión integral de los riesgos de desastre a todos los niveles

ODS12 Producción y consumo responsable
12.2 De aquí a 2030, lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales

12.4 De aquí a 2020, lograr la gestión ecológicamente racional de los productos químicos y de todos los desechos a lo largo de su ciclo de vida, de conformidad con los marcos internacionales convenidos, y reducir significativamente su liberación a la atmósfera, el agua y el suelo a fin de minimizar sus efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente

12.5 De aquí a 2030, reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización

12.6 Alentar a las empresas, en especial las grandes empresas y las empresas transnacionales, a que adopten prácticas sostenibles e incorporen información sobre la sostenibilidad en su ciclo de presentación de informes

Como podemos ver, al margen de un par de metas que ya deberíamos haber conseguido en 2020, el sector de la edificación y la construcción deber sentirse responsable de buena parte de los objetivos y trabajar, con ahínco, en cómo mejorar y reconsiderar nuestra actividad extractiva para la obtención de materias primas; en cómo reducir el impacto ambiental con una correcta minimización y gestión de residuos de la construcción y la demolición; en cómo poner el foco en la rehabilitación energética que permita reducir consumos y garantizar el bienestar de los usuarios; y debemos trabajar desde el sector inmobiliario en estrategias que permitan el acceso a una vivienda saludable que es, por si lo habíamos olvidado, un derecho fundamental de las personas.

La Arquitectura técnica se está mostrando en estos momentos de crisis (energética, económica, ambiental y también social) especialmente cercana a las dificultades a las que nos enfrentamos. Las/os técnicas/os debemos asumir un papel proactivo promoviendo el uso de materiales con menor impacto ambiental a lo largo de todo su ciclo de vida y para ello debemos esforzarnos en conocer las herramientas y los programas de simulación disponibles. La rehabilitación energética, de la que ya hablábamos en el artículo anterior, no es sólo una oportunidad de trabajo gracias a las ayudas de los fondos europeos, es una necesidad radical en la que debemos implicarnos desde nuestro conocimiento específico de la intervención en obra existente, la resolución de las dificultades tecnológicas y también en la manera en cómo debemos explicar, a propietarios, promotores y comunidades, los beneficios económicos y, en muchos casos, en la mejora de una calidad de vida menos dependiente de los recursos energéticos. Muy probablemente, la pobreza energética dejará de ser marginal para convertirse, más pronto que tarde, en una realidad cercana.

Las/los profesionales que trabajan en la industria disponen de un amplio campo de mejora y  posibilidades de convertirse en los técnicos de referencia que incorporen estrategias de desarrollo industrial más sostenibles. Son muchas las líneas de trabajo y las empresas, cada día más implicadas, se sienten necesitadas de expertos capaces de reducir impactos ambientales y mejorar los estándares de producción mediante la identificación de procesos, la incorporación de estrategias de reducción de recursos y la aplicación y visibilidad de sus progresos.

Y el campo de la investigación en arquitectura técnica también ha mostrado en los últimos años avances en distintas líneas de producción científica, proyectos y patentes que deber encauzarse y repercutir en el sector de manera más evidente. Acerquemos la profesión a la universidad y la universidad al sector para que, trabajando codo a codo, los Objetivos del Desarrollo Sostenible sean no tan sólo un listado de buenas intenciones sino una realidad conseguida con el esfuerzo común. 

Como decía ya en 1987 (hace 35 años) el Informe Brundtland encabezado por la doctora Gro Harlem Brundtland y en el que se definió por primera vez el término desarrollo sostenible como: aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones, asumamos el reto. Si no por nosotros, pensemos en lo que dejamos a los que más queremos.

 

 

 

 

 


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