pág. 7 DOCUMENTOS DE ORIENTACIÓN TÉCNICA EN EDIFICACIÓN REVESTIMIENTOS – Pavimentos de madera: preparación del soporte y tratamiento superficial (Rs-3) Fig. 9: Aplicación a mano de una capa de barniz mediante la utilización de una brocha ancha Antes de iniciar el todo el proceso, se comprobará que existe un estado higrométrico adecuado, que la temperatura ambiental no sea excesivamente fría o demasiado caliente, que no haya corrientes de aire en la habitación y que las radiaciones solares no incidan directamente sobre el barniz en el momento de extenderlo. Antes de su aplicación tiene que estar garantizado que todo el entorno está lo suficientemente limpio (techos, paredes, ventanas…), para lo que es posible utilizar distintos métodos (es preferible concluir con un aspirador para que las partículas no queden flotando en el aire y después puedan depositarse). La cantidad de mezcla a preparar será tal que el tiempo que se tarde en aplicarla sea menor que el periodo abierto de vida útil del producto; en caso contrario, se preparará en varios lotes para que siga conservando una viscosidad apropiada. El barniz a utilizar debe poseer la fluidez precisa para poder extenderse bien, pero con una viscosidad que sea compatible con el modo de aplicación. Por su puesto, al barniz no hay que añadirle otros líquidos o productos (como diluyentes) sin que sea estrictamente necesario, y siempre que estuviera autorizado por el fabricante. El barnizado se organizará de modo que la mezcla se extienda en zigzag (de lado a lado de la habitación), mediante un proceso continuado y procurando que las líneas de empalme no se noten, que sean las mínimas posibles, y que cuando existan se ubiquen en alineaciones poco visibles. Para que el barnizado sea conforme, debe adherirse bien a la madera, pero también poseer una correcta cohesión entre las diferentes manos que se apliquen, para lo cual es deseable que dichas capas no se distancien temporalmente en exceso (pero cuidando que se cumplen los tiempos de fraguado). El tiempo en secar puede ser variable en función de la temperatura y la humedad existentes, así como en función del tipo y el espesor de barniz aplicado. Una vez seca10 la mano de barniz, será necesario proceder a su pulido antes de que se inicie la ejecución de la siguiente mano (suelen ser necesarias dos o tres). Durante el tratamiento de la madera hay que tomar especiales precauciones para que no caiga polvo o productos (grasas, restos de silicona, etc.) que se pudieran introducir en la propia madera, o entre sus juntas, dado que la eliminación de estos elementos es complicada de retirar. A esto hay que añadirle que la vestimenta de los operarios esté limpia, al igual que las herramientas que utilicen (para no usarlas con restos de impurezas previas). Por otra parte, los barnices deben colocarse en lugares no expuestos a bajas o altas temperaturas y con sus envases bien cerrados; de esta manera se conservarán convenientemente. Como se sabe, un barniz es una sustancia fabricada a partir de resinas (ya sean naturales o sintéticas) que disuelta en un líquido (y en contacto posterior con el aire del ambiente) de deseca, convirtiéndose en una película11 que protege la madera. Pues bien, en función de las variables de estas mezclas es posible conseguir distintos productos con diferentes propiedades y con diversas limitaciones. De esta manera, los barnices hay quien los clasifica de modo individual o enumerativo, o hay quien los clasifica agrupados en grandes familias (nosotros utilizaremos esta opción). Aunque a continuación describiremos los tipos más significativos, dada la evolución del mercado y la innovación de la técnica, pueden aparecer otros. Podemos categorizar, así, a los barnices en los “sistemas de urea” y los “sistemas de poliuretano o poliisocianatos”. Dentro de los sistemas de urea está el grupo de ‘urea-formol’ y el de ‘urea-alquídicos’. Dentro de los sistemas de poliuretano está el grupo de los ‘acrílicos’, ‘poliuretanos al agua’, ‘poliuretanos monocomponentes’ y ‘poliuretanos bicomponentes’. Los del primer sistema son barnices poco elásticos, duros, con aguante a la abrasión, económicos, resisten mal la humedad12 y no permiten la reparación sin un previo cepillado de la madera. Los del segundo sistema son más elásticos, menos económicos, más resistentes a la humedad, permiten la reparación con la aplicación de una nueva mano, pero sin embargo aguantan menos la abrasión. 10 El secado del barniz: Como se ha expresado, este tiempo es variable en función de distintos aspectos. Además, hay que indicar que los barnices monocomponentes de poliuretano enduren bastante rápido, lo cual complica las acciones posteriores de pulido y de volver a dar otra mano. Es importante tener esto en cuenta para que no haya una mala adherencia que provoque después ciertas patologías (como la descamación). 11 La capa de barniz: Independientemente del tipo de barniz, el proceso de extendido (para obtener la capa protectora de acabado) se puede hacer con esponja, brocha, rodillo, espátula, etc., si bien algunos son más convenientes que otros según el caso. Además, la película resultante puede conseguirse con diferentes niveles de brillo o reflejo: mate (no refleja la luz y aspecto algo áspero), satinado (reflejo medio y aspecto suave) y brillo (refleja mucho la luz y aspecto deslizante). 12 Barniz de urea-formol: La urea-formol no es impermeable, por lo que la caída de grasa o de agua al pavimento hace que las piezas puedan absorberlas y deteriorarse. El uso de este producto hace también que en ciertas ocasiones puedan salir después unas veladuras o manchas blancas en la superficie de acabado.
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