pág. 3 DOCUMENTOS DE ORIENTACIÓN TÉCNICA EN EDIFICACIÓN REVESTIMIENTOS – Pavimentos de madera: proceso de disposición e instalación (Rs-2) Disposición de la tarima flotante Este pavimento se suministra con piezas milimétricamente iguales en su grosor, ya que después de su disposición no es necesario –normalmente– ningún tipo de tratamiento superficial; esto es, no existen trabajos posteriores de cepillado y barnizado. Se trata de un pavimento listo para ser pisado de inmediato. Esto no es óbice, para que después de ciertos años de uso, la superficie pudiera ser tratada si el reducido espesor de la capa noble3 de las lamas así lo permite (y siempre de manera muy limitada dado que las piezas no son de madera maciza). Por esta razón, el soporte de asiento debe de poseer una escrupulosa planeidad y nivelación, al tiempo que las piezas de la tarima queden perfectamente enrasadas y encajadas. Este pavimento tiene también la ventaja de que el acabado barnizado viene resuelto de fábrica, lo que hace que la impregnación de los barnices sea muy uniforme y que la textura y/o color de acabado sean casi idénticos. Las piezas de las tarimas4 flotantes (denominadas lamas) a diferencia de las piezas que constituyen otros pavimentos, suelen tener una mayor esbeltez y comba; es decir, el grosor es mucho más fino si lo relacionamos con la superficie pisable (largo x ancho). Por esta razón las tarimas5 (también conocidas comercialmente como ‘tarimas multicapas’) no deben ir sobre rastreles y sin embargo los entarimados6 sí pueden (porque además en estos últimos las piezas son necesariamente macizas). Las lamas de las tarimas flotantes van siempre engarzadas lateralmente, en algunos de los casos por unos sistemas de acople (con formas sinuosas). Además, el canto puede reforzarse/unirse mediante encolado, clavazón o clips. Dado el tamaño de las lamas y de la costumbre constructiva que hay en la forma de ejecución de las tarimas flotantes hoy en día, este tipo de pavimentos difícilmente tiene modos de colocación de las piezas con diseños compositivos u ornamentaciones que sean complejas; lo habitual es que la gran mayoría de las veces se coloque solo con las lamas en paralelo sin hacer dibujos, o de hacerlo, con composiciones básicas. La instalación de las tarimas flotantes no requiere una importante capacitación de los operarios, mientras que para la disposición de los parqués sí que es necesaria una mayor especialización de éstos. Las tarimas vienen en piezas de diferentes dimensiones (medianas y grandes), así como con diferentes grosores y características, pudiendo instalarse en breve tiempo, con poca intensidad de trabajo y con una reducida presencia de medios auxiliares y herramientas. También tiene la ventaja de que puede instalarse sobre cualquier soporte (siempre que sea resistente y posea una buena planimetría), tiene suficiente estabilidad ante variaciones higrotérmicas y posee un buen aislamiento termoacústico. Por todo ello, la instalación de la tarima flotante es fácil, limpia y rápida, lo cual ha permitido que sea la tipología de pavimento de madera que más se instala en la actualidad, pues se busca también la sobriedad decorativa y la ausencia total de adornos. Dado que de las diferentes capas de materiales que tienen las piezas, solo la última será la que quede visible, será la concentre un mayor y mejor tratamiento para conseguir que obtenga una resistencia mecánica mejorada, así como una capacidad reforzada ante arañados, impactos, punzonados y abrasiones. Antes de la distribución de las lamas, hay que extender un manto general independizador sobre toda la superficie el soporte de asiento {ver figura 9 del Documento Rs-1}. Este manto puede ser de varias características según la prestación principal que más se busque (protección hidrófuga, atenuación acústica o confort térmico). En rehabilitaciones de locales de planta baja o con riesgo de humedades puede situarse un fieltro asfáltico; para el aspecto acústico puede evaluarse la colocación de paneles de fibras de madera con impregnación bituminosa o una subcapa de varios milímetros de corcho aglomerado; y para el componente térmico es posible pensar en espumas sintéticas y materiales expandidos; todo ello sin olvidar las propias características de la madera sobre estos últimos parámetros aislantes. Para tomar una decisión coherente sobre estas cuestiones, debe tenerse en cuenta también el tipo de soporte de asiento ejecutado {ver documento Rs-3}, ya que el mismo pudiera contener materiales y soluciones que ya prevean la resolución de las prestaciones acústicas y térmicas. 3 ‘Suelos sintéticos, laminados o vinílicos’ vs. ‘tarima de madera’: Cuando las lamas no tengan parte de su grosor total (en concreto la cara superior) realizada con un chapado de madera natural (normalmente la capa noble posee unos espesores entre 2,5mm y 8mm aprox.), no estaremos ante una tarima de madera; será un producto fuera de la categoría de pavimentos de madera. Comercialmente se utiliza también la palabra tarima, pero en este caso se tratará de suelos vinílicos, laminados o sintéticos (u otros análogos). En estos últimos casos, el grosor total de las lamas puede ser más pequeño (menor a los 10mm). 4 ‘Entarimado libre’ vs. ‘tarima flotante’: Según las definiciones dadas por el autor en este conjunto de Documentos de Orientación Técnica {ver Rs-1}, cuando las piezas de madera que se usen tengan todo el espesor de una única madera maciza noble natural (ya sean como tablas o lamas) estaremos ante un ‘entarimado libre’. Por el contrario, si las piezas que se utilizan son lamas y con solo unos milímetros de madera noble de la parte superior, estaremos ante una ‘tarima flotante’. 5 Denominación comercial como TARIMAS MACIZAS: Existen ocasiones donde los fabricantes pueden producir lamas provenientes de una única madera noble en todo su grosor, en cuyo caso, algunos las denominan tarimas macizas. En esta publicación, y para estos casos, usaremos la denominación de entarimado. Además, históricamente los entarimados pueden adoptar algunos patrones de diseño geométricos complicados {ver figura 6 de Rs-1}, mientras que las tarimas flotantes se suelen colocar en paralelo. 6 ‘Entarimado pegado’ vs. ‘tarima adherida’: Además de todo lo indicado en las notas anteriores (sobre si las piezas son macizas o no), y cuando la forma de ejecución del pavimento fuera adherido al soporte, estaremos ante un ‘entarimado pegado’ en lugar de una ‘tarima adherida’.
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