pág. 2 DOCUMENTOS DE ORIENTACIÓN TÉCNICA EN EDIFICACIÓN REVESTIMIENTOS – Pavimentos de madera: proceso de disposición e instalación (Rs-2) RECOMENDACIONES TÉCNICO-CONSTRUCTIVAS En este documento veremos la forma de ejecutar los pavimentos de madera, pero solo respecto a las tres topologías principales que hoy en día podemos tener para recubrir los suelos: entarimado, tarima y parqué. Dentro de ellos, además, nos limitaremos a explicar únicamente las formas de ejecución predominantes {ver Tabla 1}; por tanto, tendremos: -Entarimado tradicional. En general, hoy en día este tipo de pavimento es poco utilizado, y cuando se hace, el entarimado tiende a llevarse a cabo mediante el modo tradicional; es decir, con rastreles. -Parqué clásico. En el conjunto de estas publicaciones no entendemos que se utilice esta denominación para una aplicación que no sea adherida al soporte1 (ya sea en la variante de lamparqué o en la de mosaico) {ver Documento Rs-1}. -Tarima flotante. La manera estándar de colocar las tarimas es de forma flotante, en un porcentaje extraordinariamente alto. Las tarimas adheridas son mucho menos habituales. Dado la gran heterogeneidad de manufacturación y de la falta de uniformización conceptual de los productos que hay en el mercado, donde a cada cosa se le puede llamar de varias maneras, en estos Documentos de Orientación Técnica (Rs-1, Rs-2 y Rs-3) se ha intentado racionalizar las diferentes tipologías y adscribirle una única denominación. La situación actual lleva a una confusión total de los usuarios y a una falta de certidumbre para los técnicos, lo que puede dar lugar a importantes equívocos. COMPARATIVA BÁSICA ENTRE LAS 3 TIPOLOGÍAS DE PAVIMENTOS DE MADERA PRINCIPALES Y SUS FORMAS DE EJECUCIÓN PREDOMINANTES Parámetro de comparación Entarimado tradicional Tarima flotante Parqué clásico Presencia de madera Madera maciza 100% Madera solo en la capa noble Madera maciza 100% Nombre de las piezas Tablas Lamas Tablillas Valoración del tamaño de piezas Medio, normalmente Medio o grande Pequeño Interconexión lateral entre piezas Ensambladas Engarzadas y unidas Por simple contacto sin unir Fijación de las piezas al soporte Indirecta por clavazón Sin ninguna fijación inferior Directa por adherencia Tratamiento superficial en obra nueva Cepillado y barnizado Normalmente ninguno Cepillado y barnizado Lugar del tratamiento superficial inicial En obra En fábrica En obra Diseños complejos en la colocación Es posible ejecutarlos No permite complejidades Sí es posible y normal Nota: Clasificación, características y limitaciones según las consideraciones del autor (ver consideraciones propias indicadas en el Documento Rs-1) Tabla 1 Preparación del soporte de asiento Este aspecto se desarrolla en el Documento Rs-3. Disposición del entarimado tradicional En esta solución, las piezas de madera se colocan sobre rastreles o durmientes, que son listones de escuadría variable, colocados a una cadencia homogénea sobre los que se reciben y fijan las tablas (piezas que conforman el pavimento propiamente pisable). Estas tablas son macizas y están ensambladas lateralmente. En función del ancho y largo de las tablas, así como de los modos de colocación de las piezas, las dimensiones de los rastreles {ver Figura 12 de Rs-1} pueden ser muy variables porque también influye su método de fijación (por clavos/tornillos, espuma, cemento, yeso…) y si existe un enrastrelado simple o doble. Hay que indicar que los listones deben ir siempre sobre un soporte de asiento (normalmente una solera), lo que implica que previamente haya una capa de compresión de un forjado o una bóveda como elemento estructural2. Los rastreles tendrán su cara superior totalmente nivelada y contenida en el mismo plano de trabajo, para lo cual utilizaremos una regla de 2m y un nivel de burbuja (y para mayor seguridad, comprobaremos la nivelación con láser). La fijación de las tablas a los rastreles podrá hacerse con clavos, los cuáles se insertan a 45º en la ranura hembra de los ensamblados (comúnmente machihembrados), para posteriormente colocar la parte macho de la pieza anexa. Las ventajas de pavimentar sobre estos rastreles es que la humedad remanente que pudiera contener la solera de cemento sobre la que se apoya, o aquella humedad que posteriormente pudiera aparecer por capilaridad, no entran en contacto directo con las tablas del pavimento. Además, puede conseguirse un buen amortiguamiento sonoro (ante pasos, impactos, caídas…), y se obtiene una pequeña cámara de aire que aporta beneficios higrotérmicos y de confort; de esta manera –si se desea– complementariamente se podría instalar entre los rastreles un aislamiento que refuerce las condiciones térmicas. 1 Consideraciones sobre lo que debe denominarse como parqué: Este autor cree (opinión personal), como ya se expresó en el Documento Rs-1, que desde el punto de vista de defensa del consumidor y también como atino clarificador para todos los intervienes en el sector de la edificación, que no es demasiado acertado que las UNE y la Industria utilicen la palabra ‘parqué’ para productos que no sean de madera maciza y para formas de ejecución que no sean adheridas al soporte, ya que dicha palabra puede llegar a utilizarse como pseudo-sinónimo de ‘pavimentos de madera’ en general, y para cualquier situación o manera de disposición. Por esta razón, se han incluido las consideraciones técnicas que se explican, como alternativa unívoca y didáctica. El lector podrá así, seguir este criterio o no, a voluntad. 2 Elemento estructural base: En el caso de que no existiera esa base estructural, se entendería que las piezas de madera del pavimento van fijadas directamente sobre las vigas y viguetas, y que por lo tanto, no hay rastreles y no hay soporte de asiento, porque antes tampoco habría capa de compresión del forjado. En este caso, no estaríamos ante un ‘entarimado’ sino en un ‘entablado’, en cuyo caso las piezas de madera del pavimento podrían estar o no ensambladas.
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