DOCUMENTOS DE ORIENTACIÓN TÉCNICA EN EDIFICACIÓN Ver punto 2 de Qp-7 CUBIERTAS – Cubiertas planas: tipologías y clases de protecciones (Qp-6) ❖ Cubiertas con protección de grava La capa de grava que utilicemos para el lastrado de la cubierta, quedará definida mediante los siguientes parámetros y aspectos técnicos: ■ La grava a colocar podrá ser suelta o aglomerada con mortero. ■ La grava suelta solo se empleará en cubiertas cuya pendiente sea menor que el 5%. ■ La grava debe estar limpia y carecer de sustancias extrañas (pedir en obra árido lavado). ■ La grava tendrá un tamaño entre 16mm y 32mm y debe formar una capa cuyo espesor sea 5cm (alrededor de los paragravillas es aconsejable seleccionar las de mayor diámetro o incluso traer una partida de mayor tamaño para circundar esta zona). De igual modo, se tendrán en cuenta también los siguientes aspectos: -La grava se extenderá sobre una capa separadora (geotextil que cumpla las funciones de antipunzonante y filtrante). -La grava puede ser procedente de áridos de machaqueo o de áridos rodados (es más recomendable que sea de este último tipo). En el primer caso, deberá de asegurarse la no existencia de eventuales aristas que puedan dañar la entrega vertical de la impermeabilización cuando ésta se sitúa en la banda perimetral de cubierta junto a los pretiles. -La grava deberá tener un grosor de capa que no necesariamente tendrá que ser el mismo en toda la superficie de la cubierta. De esta forma, se establecerá el lastre adecuado en cada parte, en función de las diferentes zonas de exposición en la misma. -La grava no se utilizará en los trayectos que sean necesarios para comunicar el tramo entre el acceso a la cubierta y las zonas que necesiten comprobaciones periódicas (como instalaciones). Así, deberán disponerse pasillos y zonas de trabajo con una capa de protección de un material apto para cubiertas transitables con el fin de facilitar el tránsito para realizar las operaciones de mantenimiento y evitar el deterioro del sistema. ❖ Cubiertas con solado flotante El solado flotante4 puede ser, básicamente, de dos tipos: . Fig. 3: Ejemplo de pasillo de mantenimiento a)-Mediante la colocación de un pavimento de lamas5 (de madera o sintético) o un pavimento de baldosas sobre ‘piezas de apoyo regulables’ (habitualmente llamadas ‘plots’) situadas en las esquinas {ver fotografía de la figura 1}. . b)-Mediante la disposición baldosas integradas con aislante térmico (sin ‘plots’). . En ambos casos, las baldosas estarán sueltas, con junta abierta y simplemente apoyadas, lo que permitirá que el agua pueda filtrarse fácilmente hasta llegar a la impermeabilización que la canalizará hasta su desagüe. Los ‘plots’ deben de reunir las siguientes características: estar diseñados y fabricados expresamente para este fin, permitir la regulación en altura, y para ciertas pendientes, también la regulación transversal, tener una plataforma de apoyo para repartir las cargas y resistir los esfuerzos de flexión a los que vayan a estar sometidos. Es conveniente que en la baldosa que está justamente encima de la vertical de donde esté colocada cada una de las cazoletas disponga de un pasador en su centro, de forma que pueda identificarse rápidamente la ubicación de los puntos de desagüe de la cubierta y permitir el fácil acceso a éstos en momentos de trombas de agua o procesos de mantenimiento. En las cubiertas con solado flotante de baldosas integradas con aislante térmico (sin ‘plots’), mejor que la indicación del párrafo anterior, que debe considerarse como una disposición de mínimos, es preferible y muy aconsejable el colocar una arqueta encima de la cazoleta. Dicha arqueta dispondrá de aberturas en sus paredes verticales y aberturas en su tapa horizontal. En caso de haber dificultades para su realización, podría colocarse un desagüe de pavimento embebido en la propia baldosa-aislante. 4 Esta solución permite ventajas como la ventilación (aunque no sea una cubierta ventilada en sí misma), la consecución de alturas de acabado diferentes entre los paños y el poder obtener cotas de acabado del solado más importantes que con el método tradicional -solado fijo-. Tienen la desventaja de que no son adecuadas para tránsitos intensos ni para zonas donde se prevea suciedad. 5 Estos pavimentos los hay de varios subtipos y pueden tener configuraciones longitudinales imitando tarimas, o geometrías más cuadrangulares en forma de losetas. Existe un abanico amplio de precios, colores, alturas de colocación, de sistemas de disposición y de materiales (madera tratada, composites...), etc. En todos los casos los distintos modelos tienen un ranurado o una separación entre piezas que permite la evacuación del agua hasta el fondo. pág. 3
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