DOCUMENTOS DE ORIENTACIÓN TÉCNICA EN EDIFICACIÓN RECOMENDACIONES TÉCNICO-CONSTRUCTIVAS En la realización de las cubiertas planas es necesario tener en cuenta una serie de parámetros que veremos a continuación. Además de ellos, los puntos singulares son de vital importancia que se resuelvan adecuadamente para que el resultado sea satisfactorio y estanco. ❖ Formación de pendientes La normativa establece que la horquilla de pendientes para las cubiertas planas (sin tener en cuenta las impermeabilizaciones de rampas) debe de estar comprendida entre el 1 y 5% para todo tipo de soportes y acabados; no obstante, en el caso de cubiertas no transitables con láminas autoprotegidas1 está permitido que la pendiente máxima sea del 15% (ver apartado 2.4.3.1 de HS-1). Se recomienda que la pendiente media general sea del 2,5%2 (siempre que sea posible y según la tipología). Con base a lo indicado en la tabla 2.9 del DB-HS del CTE, no podrán utilizarse las cubiertas de pendiente nula (0%)3. En la mayor parte de las situaciones deberemos dotar al soporte de una formación de pendientes que colocaremos sobre él; ésta no será necesaria –por ejemplo– en forjados inclinados y cubiertas deck (en dichos casos, la superficie de éstos deberá ser uniforme y limpia, como mínimo). Por su parte, el sistema de formación de pendientes debe tener suficiente cohesión y estabilidad frente a las solicitaciones mecánicas y térmicas, y su constitución debe ser adecuada para el recibido o fijación del resto de componentes. Cuando la impermeabilización se apoye directamente sobre la citada formación de pendientes, el material que lo constituye será compatible con el impermeabilizante (lámina o sistema de impermeabilización in situ) y con la forma de fijación de dicho impermeabilizante a él. Sobre soportes tipo forjado, la formación de pendientes habitualmente podrá hacerse con hormigón/mortero de cemento pobre, o de una manera más adecuada, con sistemas aglomerados ligeros (morteros con esferas de arcilla expandida, perlita-asfalto, hormigón celular, etc.). En estos últimos casos, es muy conveniente dotarles de una capa superior de acabado mejorado (normalmente, un tendido de mortero de cemento de 2cm) que proporcione una mayor capacidad mecánica superficial, un acabado más homogéneo y compacto, una mejor planeidad y menor posibilidades de punzonamiento negativo. La base de apoyo de la impermeabilización deberá estar siempre: limpia, seca, lisa, uniforme y sin cuerpos extraños antes de iniciarse cualquier trabajo (ya sea de los paños o de los puntos singulares). Hay ocasiones en que a las cubiertas se les quiera dotar de una barrera de vapor4, y que ésta sea aplicada sobre el soporte y bajo la membrana (quedando dentro la formación de pendientes). Esta solución es problemática dado que se formaría una “trampa de agua” sin posibilidad de evaporación (sería necesario la colocación de chimeneas de ventilación y/o de capas de difusión de vapor). Por otro lado, indicar que será también inexcusable interrumpir los trabajos de ejecución en épocas de lluvia y nieve, así como cuando la temperatura sea bastante baja. ❖ Materiales impermeabilizantes 5 (láminas e in situ) Dentro de las presentaciones en formato LÁMINA, están las de productos derivados del petróleo o BITUMINOSOS (asfaltos naturales, alquitranes-breas, betún y betún modificado –éste último el más utilizado hoy–) y los SINTÉTICOS6 (“PLÁSTICOS”: PVC-P, TPO, EVA, PEHD, PEC y PECS; y “CAUCHOS”: EPDM, CP y BUTILO). Entre todos ellos, solo podremos utilizar sistemas bicapas con las láminas bituminosas; para láminas sintéticas está solo permitido su uso en monocapa. 1 En las cubiertas con impermeabilizaciones autoprotegidas hay que pensar en pendientes mínimas del 2%. 2 No es aconsejable el 1% de pendiente media, porque durante la ejecución es posible que con ciertas deficiencias obtengamos el 0%, o incluso, una pendiente negativa. 3 En sistemas compuestos por laminas sintéticas PVC-P y TPO, se podrían colocar láminas sin pendiente según la norma UNE-104416 (apartado de propiedades para usos especiales). En sistemas bituminosos se podrían usar pendientes entre el 0% y el 1% según la norma UNE-104401 (apartado 5.3.1.2), siempre que hubiera un DIT que lo avalara. No obstante, recordamos que para el CTE la pendiente ha de ser 1% (normativa de obligado cumplimiento). Bajo otras consideraciones tecnológicas y de necesidades de uso, hay que ser conocedores de la existencia de las denominadas cubiertas planas inundadas, en las cuáles sí hay más argumentos para las pendientes muy pequeñas o de pendiente nula. Esta tipología puede ser usada como aljibe (como apoyo a la red doméstica, en riegos, depósitos, almacenamiento para uso en incendios…), como solución singular (p.ej. para un estanque), o como medio para intervenir en algunas mejoras térmicas de un edificio. Sin embargo, hay que sopesarlas dado que el coste de construcción del forjado que las soporta es mayor, hay un aumento de las cargas en cimentación (incrementos de cuantías estructurales de hormigón y acero) y el mantenimiento durante la vida útil es superior a otras cubiertas estándares. 4 La incorporación de una barrera de vapor es necesaria si el cálculo higrotérmico indicara que puede haber riesgo de condensaciones. Esta capa es muy habitual en algunas soluciones, como las cubiertas deck, por la disposición de las diferentes capas que pueden originar condensación. 5 El CTE hace solo mención expresa de los materiales bituminosos, PVC-P, EPDM y poliolefinas (TPO). 6 Hay que tener en cuenta que el PEHD (polietleno de alta densidad) es un producto utilizado en obra civil (no en cubiertas). Por su parte, los PEC y PECS son films de polietileno que no se consideran materiales aptos para la impermeabilización de cubiertas. pág. 2 CUBIERTAS – Disposición general de los paños en las cubiertas planas (Qp-1)
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