pág. 5 DOCUMENTOS DE ORIENTACIÓN TÉCNICA EN EDIFICACIÓN INSTALACIONES – Saneamiento horizontal enterrado. Parte 2 (Is-2) Habrá situaciones en las que las arquetas no tengan un alto igual al del canto de la losa y exista continuidad del hormigón y del armado inferior de dicha losa por debajo de la arqueta. Esto querrá decir que podremos colocar una de tipo prefabricada, quedándola suspendida y enrasada con la cara superior de la losa, antes de proceder al hormigonado. En esta ocasión será muy necesario fijar bien la misma para que el empuje ascensional del hormigón fresco no la mueva de su ubicación. En analogía, dicho empuje ascensional también se ejercerá sobre los colectores, especialmente si son poco rígidos y de diámetros pequeños, pudiendo formarse tramos en contraflecha (tuberías en forma de arco que hace que parte de la longitud de ésta se halle en contrapendiente). Esta posible acción deberá ser prevista y solventada antes del vertido del hormigón, para lo cual se puede prever la colocación de abrazaderas ancladas al hormigón de limpieza o armaduras en forma de omega invertida (suspendidas del armado base superior y rodeando los tubos), de tal forma que se consiga una pendiente constante y una fijación adecuada. ❖ Encuentro con los elementos de la estructura Cuando la red va dentro de una cámara de aire sanitaria y los colectores no van cubiertos de terreno, es conveniente que los apoyos o fijaciones de dichos colectores, además de los puntos de ubicación a los que deban secuenciarse, se pongan también en las cercanías de las juntas entre colectores; especialmente en tuberías pesadas, de diámetros grandes y tramos prolongados. Por otra parte, en los puntos de encuentro entre los colectores y los muretes de carga del forjado antihumedad, es aconsejable que se prevea la colocación de pasatubos que permitan la independencia con dicho elemento estructural. Las arquetas que queden situadas por debajo de este forjado, deberán disponerse de forma que exista al menos 5cm de separación en vertical entre la cara superior de su tapa y la cara inferior del citado forjado sanitario (esto permitirá que no haya roturas en las arquetas, ni que existan apoyos imprevistos que puedan modificar eventualmente la ley de momentos flectores de las viguetas). ❖ Disposición de los colectores en zanjas Los tubos se apoyarán en toda su longitud sobre un lecho de material granular, preferiblemente arena, y en su caso, gravilla o tierra exenta de piedras de granulometría media o superior. Se compactarán los laterales y se dejarán al descubierto las uniones hasta haberse realizado las pruebas de estanqueidad. La base de la zanja, en caso de que se trate de terrenos poco consistentes, será una cama de hormigón en toda su longitud. Según DB-HS-5, el espesor de este hormigón será de 15cm y sobre él irá el lecho descrito anteriormente. En caso de tuberías no plásticas (fundición, hormigón y gres), la cama de apoyo de hormigón se interrumpirá o rebajará reservando unos nichos en la zona donde irán situadas las juntas de unión. Una vez situada la tubería, se rellenarán los flancos para evitar que queden huecos, y se compactarán los laterales hasta nivel del plano horizontal que pasa por el eje del tubo, procediendo a comprobar que en esta operación no se dañan los colectores. Se proseguirá el relleno, por tongadas de 15-20cm de espesor (dependiendo de la naturaleza de la tubería y la altura de la zanja), compactando hasta 30cm del nivel superior en que se realizará un último vertido y la compactación final. Fig. 8: Red de saneamiento bajo forjado sanitario realizada con arquetas prefabricadas y tuberías de PVC de pared lisa. Se observa que los apoyos están mal concebidos y no son suficientes.
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