pág. 2 DOCUMENTOS DE ORIENTACIÓN TÉCNICA EN EDIFICACIÓN INSTALACIONES – Saneamiento horizontal enterrado. Parte 2 (Is-2) Respecto al saneamiento oculto (cámaras de aire sanitarias), los apoyos de los colectores no siempre están dispuestos equidistantemente, las distancias pueden llegar a ser demasiado largas (lo que provoca que se acomben o formen contrapendiente los colectores), o incluso que las propias fijaciones sean totalmente inadecuadas o improvisadas (ladrillos sobrepuestos y sin recibir, tablones de madera acuñando desvíos, fijaciones de alambre, etc…). RECOMENDACIONES TÉCNICO-CONSTRUCTIVAS ❖ Disposición de los elementos Normalmente las arquetas de ladrillo son las más comúnmente utilizadas. Para su levante primero es necesario la ejecución de una solera de 10cm de hormigón H-100 que será la que sirva de apoyo y nivelación. Las arquetas, salvo casos excepcionales, se diseñan siempre con forma de cuadrado y con un alto diferente en función de las necesidades, pero que habitualmente suele ir en consonancia con su lado; no obstante, en ocasiones podrán configurarse en forma rectangular, si por motivos constructivos fuera preciso. El ladrillo a utilizar será siempre de tipo perforado, no usándose en ningún caso el ladrillo hueco. Las piezas de ladrillo antes de usarse deben de humectarse, especialmente en tiempo caluroso, prestando también especial cuidado en rellenar y macizar las llagas y los tendeles de sus paredes. Las tuberías se irán colocando durante el propio proceso de levante, retacándose todo su perímetro con mortero de cemento para que no queden huecos. Un aspecto fundamental para que las arquetas cumplan bien su función es saber hacer el revestimiento interior; piénsese que hasta el tercer cuarto del siglo XX éstas muchas veces eran alicatadas con azulejos precisamente para asegurar fehacientemente que no hubiera pérdidas. A partir de la aparición de las Normas Tecnológicas (NTE-ISS en 1973) se estandarizó la prescripción del revestimiento interior mediante un enfoscado de mortero 1:3 que posteriormente se bruñía. Actualmente, difícilmente se emplea esa dosificación, y con poca asiduidad se efectúa el bruñido, lo cual hace que obtengamos revestimientos de baja calidad. Por otra parte, no siempre es conocido el modo adecuado de puesta en obra de los mismos, lo que hace que se ejecuten cuando el enfoscado está ya fraguado, lo cual conlleva que la lechada de cemento no penetre al interior para ocluir totalmente los poros del mortero. Así pues, una manera extra de garantizar este tapado de poros es prever en las partidas de mediciones la aplicación de una pintura impermeabilizante (p.ej.: betún líquido o clorocaucho aplicado en dos manos). Antes de la realización del revestimiento interior de las arquetas, es necesario disponer una formación de pendientes en el fondo de la misma, redondeándose en forma de ½ caña su perímetro, en el encuentro con las paredes. La parte baja de esta formación de pendiente, una vez fratasada y bruñida, debe coincidir con la cota de la parte inferior del colector de salida. Para un mayor grado de seguridad, la formación de pendiente se puede configurar realizando en el fondo de la arqueta una canaleta que prolongue la alineación de los colectores dentro de ella y haciendo un resalto a mayor altura en el resto del fondo (ver detalle derecho de la Figura 3). Las arquetas que no sean sifónicas no deben tener arenero1, dado que es un elemento que ralentiza la evacuación, decanta los materiales en suspensión y sirve para la acumulación de objetos que a la postre pueden dificultar un adecuado transcurrir de las aguas. Por esta razón cuando se usen arquetas prefabricadas es muy aconsejable que se hormigonen interiormente, hasta conseguir que la cota de su base coincida con el orificio a abrir para el colector de salida. Sobre este hormigón será necesario efectuarle después las pertinentes pendientes con mortero de cemento. Las arquetas sifónicas –que hubiera necesidad de hacer– deben ser siempre registrables, y en la medida de lo posible, fácilmente accesibles. Se trata de un elemento con altas probabilidades de que dé patologías, por la propia configuración de los sifones y por la existencia de los cierres hidráulicos {ver Figura 2 del Documento Is-1}. Hay dos posibilidades de hacer dicho cierre: con la inclusión de un codo de 90º o con la formación de un tabique interior de alto menor a la altura de la arqueta. Según el CTE, la altura de los cierres hidráulicos (espesor de la lámina de agua) debe estar comprendida entre 50mm y 100mm. 1 Arenero: Se entiende por arenero el espacio que hay entre el fondo de la arqueta y la parte inferior del colector de salida. En condiciones normales este espacio debe ser 0cm; es decir, la cota del fondo de la arqueta y la base del colector debe ser la misma. Solo en caso de arquetas sifónicas debe existir arenero para permitir la existencia un cierre hidráulico (que evita la entrada de olores y gases) pero tiene el inconveniente de disminuir la velocidad del agua y provocar sedimentación. Fig. 3: Sección y planta de arqueta de paso
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