42 • De los datos relacionados con el perfil del accidentado, se confirma el hecho de que un alto número de accidentes lo sufren trabajadores a los que se les supone formación debido a su categoría. El 74 % de accidentados son oficiales, encargados y constructores. Análisis que se corrobora con el estudio del 2008 donde este dato registraba el 71% y en el del 2009 el 70%. • Al igual que en el estudio correspondiente al año 2009, las fases donde se produjeron más accidentes son la de estructuras (27%) y fachadas (27%), seguidas de la de acabados (15%). Por lo que se constata que la fases de obras con más accidentes son las fases en las existe riesgo de caída en altura. • El oficio de albañil, con un 52% de los accidentados, es el más afectado por la accidentalidad, con tres puntos más que en los años 2008 y 2009 (un 49% en ambos). Este dato se relaciona con el hecho de que este oficio interviene en muchas fases de obra que requieren de su participación y ayuda de forma activa. • Analizando la forma del accidente, el aplastamiento resultado de una caída es el punto negro de los accidentes mortales con un 73% del total. Dichos accidentes se producen mayoritariamente por el borde de la edificación, habiendo aumentado respecto de los dos años anteriores los accidentes desde medios auxiliares y maquinaria. • En el año 2010 se han producido tres accidentes mortales bajo la forma de infartos y otras patologías no traumáticas (un 9% sobre el total). • La desviación caída de una persona desde una altura, con un porcentaje del 55% aumenta respecto del 2009 (33%), año en el que ya era la que más se repetía en los accidentes estudiados. • Resulta destacable el hecho de que en el análisis de las causas, las pertenecientes a los grupos: Organización del trabajo y Gestión de la Prevención suponen conjuntamente un 31% de las causas detectadas. Estos datos deben propiciar una reflexión en las empresas sobre la forma en que se establecen los procedimientos de trabajo, dependiendo de su naturaleza y nivel de riesgo, y sobre el establecimiento de controles efectivos de cumplimiento de normas y procedimientos. Tal como se perfilaba en los estudios de los años anteriores podemos establecer que el oficio de albañil, en las distintas fases de obra en las que interviene, es el más afectado por los accidentes laborales en edificación y la desviación predominante de los mismos es la caída de una persona desde una altura y sería hacia los trabajos con riesgo de caídas en altura en general y al oficio de albañil en particular, hacia donde deberían encaminarse los esfuerzos de los diferentes agentes responsables en materia de seguridad en la edificación. Debemos mencionar también el aumento, respecto a los datos de los años 2008 y 2009, de accidentes relacionados con los medios auxiliares y equipos de trabajo en altura motorizados, por lo que hay que establecer mejores mecanismos de supervisión y control de estos trabajos. Queremos destacar el hecho de que en un 74% de los casos, las víctimas son oficiales, constructores y encargados, es decir, personal cualificado, al que se le supone formación adecuada en materia de seguridad y salud. Este hecho pone de manifiesto que en este colectivo se producen una serie de
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