adecuadamente e impedir la pérdida del aislamiento térmico que se va a utilizar para el rellenado de las cámaras. Comprobar TXH QR VH HQFXHQWUDQ FRQHFWDGDV FRQ RWURV FRQGXFWRV \ R KXHFRV TXH SXHGHQ KDFHU TXH VH SLHUGD HO DLVODPLHQWR FRQ HO tiempo. Especial mención es, la unión de cerramientos de fachadas con falsos techos, cajones de persianas y otros elementos semejantes, que hay que tener muy controlados si no se desea que el aislamiento acabe rellenando parte de estos espacios (Plataforma PEP, 2022). 2WUR DVSHFWR D WHQHU HQ FXHQWD HV FRQWURODU ODV LQVWDODFLRQHV TXH YDQ HPSRWUDGDV HQ ORV HOHPHQWRV D PHMRUDU VREUH WRGR ODV LQVWDODFLRQHV HOªFWULFDV \D TXH VL QR VH HIHFW»D HO UHOOHQR GH OD F¢PDUD GH IRUPD DGHFXDGD HV SRVLEOH TXH HO DLVODPLHQWR interfiera con la instalación eléctrica pudiendo llegar a provocar cortocircuitos e incluso en situaciones incontroladas, incendios. Con este tipo de intervenciones en los cerramientos, existe un importante riesgo de que se creen zonas sin rellenar, por lo que XQD UHYLVL´Q FRQ F¢PDUDV WHUPRJU¢ILFDV SXHGH VHU »WLO SDUD ORFDOL]DU GLFKRV HVSDFLRV SDUD SRVWHULRUPHQWH SRGHU UHDOL]DU QXHvas perforaciones que ayuden a colmatar toda la cámara. En otras ocasiones, los espesores de la cámara puede que no sean constantes, circunstancia que se puede detectar y cuantificar con la ayuda de las ya mencionadas cámaras termográficas. Es importante indicar que los espesores de las cámaras que encuentran en la mayoría de la edificación existente son bastante reducidos (del orden de 2 a 4 cm) por lo que la mejora de la transmitancia térmica no suele ser muy relevante, aunque esta consideración puede variar en función de la zona climática donde se encuentre la edificación. En zonas climáticas con inviernos cálidos, la mejora energética conseguida rellenando cámaras de pequeño espesor es muy bien percibida por los usuarios que nota un importante aumento de su confort térmico. (Q HO UHOOHQDGR GH F¢PDUDV HQ OD PD\RU®D GH ODV RFDVLRQHV QR VH UHGXFHQ ORV SXHQWHV WªUPLFRV VDOYR TXH VH DFW»H GH RWUD forma en ellos, ya que la mayoría de estos puentes térmicos incluso interrumpen las cámaras de aire y por tanto también interrumpirán la capa de aislamiento que se quiere conseguir, siendo este uno de sus grandes inconvenientes. Principalmente, estos sistemas se pueden utilizar como un complemento a una mejora tanto por el exterior o por el interior, donde por la razón que sea, no se puede llegar a suplementar un espesor de aislamiento adecuado o porque se quiere cambiar el funcionamiento de la cámara de aire para que se adapte mejor a las nuevas circunstancias de la mejora prevista en el cerramiento donde se implante (Figura 48). Los materiales más usuales en el rellenado de cámaras son los siguientes: • Las espumas de poliuretanos expansivas, que se deberán inyectar desde la parte inferior de la cámara hacia la suSHULRU D WUDYªV GH WDODGURV DO WUHVEROLOOR FRQ XQD VHSDUDFL´Q P¢[LPD HQWUH HOORV GH FP HQ IXQFL´Q GHO HVSHVRU GH OD F¢PDUD HQ F¢PDUDV GH DLUH FRQ PX\ SRFR HVSHVRU HO GLVWDQFLDPLHQWR HQWUH WDODGURV GHEH VHU LQIHULRU 6H LQ\HFWD HQ estado líquido y una vez dentro de la cámara se expande formando una espuma rígida de celda abierta, por lo que el procedimiento se debe de realizar lentamente para asegurar que llega a todos los rincones de la cámara. Normalmente los productos utilizados suelen ser hidrófugos, por lo que además también pueden aportar cierta impermeabilización al elemento a tratar. Deben de asegurarse su adecuada protección contra el fuego para poder ser utilizados. • Los granulados de lana mineral son derivados de las lanas minerales o lanas de roca en forma de granulado fibroso de mayor o menor densidad en función del espesor de la cámara de aire a rellenar. La instalación puede ser a través de máquina neumática de insuflado o de soplado. Los taladros o perforaciones para el rellenado de la cámara se GHEHU¢Q UHDOL]DU DO WUHVEROLOOR VLHQGR ORV GL¢PHWURV GH HVWRV GH HQWUH D PP XVXDOPHQWH (VWH WLSR GH PDWHULDOHV se puede utilizar también para rellenar espacios de mayores dimensiones, como falsos techos, espacios no habitables bajo cubiertas inclinadas u otros elementos semejantes. Tienen muy buen comportamiento ante el fuego, pero en presencia de altos niveles de humedad pierden mucha de su capacidad aislante. • Perlas de poliestireno expandido (36 HV HO PDWHULDO EDVH GH ORV DLVODQWHV GH SROLHVWLUHQR H[SDQGLGR TXH MXQWR FRQ un material aglutinante se puede inyectar en las cámaras de aire para conseguir un aislamiento continuo ya que el adhesivo acaba fijando el producto a las paredes de la cámara y entre las propias perlas. También se puede insuflar en seco. El diámetro de las perlas suele estar entre los 4 a 6 mm por lo que pueden penetrar en espacios bastante pequeños, aunque lo ideal es que la cavidad a rellenar no sea inferior a los 20 mm. Algunos fabricantes aditivan estos HOHPHQWRV FRQ JUDILWR SDUD PHMRUDU VX FRPSRUWDPLHQWR DF»VWLFR (O PDWHULDO EDVH VXHOH UHV UHVLVWHQWH D OD KXPHGDG • Inyectado de celulosa, que utiliza como material base papel con aditivos ignifugantes como las sales de boro. La base de papel puede ser material reciclado o virgen. Tienen una conductividad térmica mayor que los anteriores y se adaptan más difícilmente a espacios con espesores reducidos. SOLUCIONES CONSTRUCTIVAS DE AISLAMIENTO TÉRMICO CAPÍTULO 3 71
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