Mejora de la eficiencia energética de la envolvente y renovación de las instalaciones térmicas

REHABILITACIÓN DE LAS INSTALACIONES DE CALEFACCIÓN CAPÍTULO 8 115 de cambio suele conllevar un cambio de los radiadores, colocando normalmente aparatos más modernos, con un diseño acorde a la nueva instalación y materiales más eficientes en el intercambio térmico. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que, para la correcta instalación de los radiadores, estos deberán estar dotados de la valvulería adecuada, para ello en todos los emisores se instalará un purgador de aire, pudiendo ser de accionamiento manual o automático. Además, se colocará un detentor en la salida para prevenir el vaciado del circuito al desmontar el radiador, y en la entrada VH LQVWDODU¢ XQD Y¢OYXOD GH GREOH UHJODMH )LJXUD R SRU XQD Y¢OYXOD WHUPRVW¢WLFD GHELGR DO DKRUUR GH FRPEXVWLEOH TXH SURSRUFLRQDQ 6HJ»Q HO 5,7( 5HJODPHQWR GH ,QVWDODFLRQHV 7ªUPLFDV HQ (GLILFLRV HQ VLVWHPDV GH FDOHIDFFL´Q FRQ UDGLDGRUHV y convectores, se deberá contar con un sistema de control centralizado de temperatura del agua para cada zona del edificio, teniendo válvulas termostáticas en todos los radiadores ubicados en las estancias de las viviendas. DETENTOR VÁLVULA DE DOBLE REGLAJE O TERMOSTÁTICA )LJXUD &RPSOHPHQWRV GH XQ UDGLDGRU OODYH GH GREOH UHJODMH \ GHWHQWRU 8.4.4 SISTEMAS DE CALEFACCIÓN POR SUELO RADIANTE 6L VH VLJXH KDEODQGR GH ORV VLVWHPDV GH FDOHIDFFL´Q SRU DJXD GHQWUR GH ORV VLVWHPDV HVSHFLDOHV VH SXHGH HQJOREDU ORV sistemas de suelo, techo e incluso paredes radiantes. Aunque los sistemas de calefacción radiante por suelo son cada vez más frecuentes en el mercado, su desarrollo tecnolóJLFR HV UHODWLYDPHQWH UHFLHQWH HQ HO VHFWRU SRSXODUL]¢QGRVH IXQGDPHQWDOPHQWH D SDUWLU GH ORV D²RV En la actualidad, las instalaciones que se realizan, puede decirse que son de dos tipos distintos, o bien eléctricas, consistentes en un conductor eléctrico alojado en el suelo, o por agua caliente bajo tubo, aunque todo lo que se indique como temperaturas de diseño, potencia térmica, etc. es perfectamente válido para ambos. (Q OD )LJXUD VH SXHGH REVHUYDU OD UHSUHVHQWDFL´Q GH XQD GLVWULEXFL´Q LGHDO GH WHPSHUDWXUD SDUD ORV KXPDQRV (VWD GLVtribución implica que la temperatura en el suelo debe ser mayor que en el techo, ya que el calor en los pies genera una sensación de comodidad, mientras que un exceso de calor en la cabeza produce malestar. La distribución de temperaturas TXH VH PXHVWUD HQ OD )LJXUD FRUUHVSRQGH D OD REWHQLGD XWLOL]DQGR XQ VLVWHPD GH FDOHIDFFL´Q SRU VXHOR UDGLDQWH TXH VH acerca en mayor medida a la distribución ideal. /D SULQFLSDO YHQWDMD GH HVWH VLVWHPD HV TXH HO DLUH SXHGH HVWDU D XQD WHPSHUDWXUD LQIHULRU D q& OR TXH VH WUDGXFH HQ XQD sensación de bienestar y que, al poseer una gran superficie y baja temperatura, las corrientes de convección son pequeñas y por tanto no son molestas. /RV FRVWHV GH H[SORWDFL´Q VRQ PHQRUHV TXH ORV GH RWURV VLVWHPDV TXH WUDEDMDQ DOWD WHPSHUDWXUD SHUR QR P¢V GH XQ aunque los costes de implantación son más caros que los sistemas de radiadores tradicionales. Cuando la temperatura del suelo sobrepasa cierto límite se provoca una sensación de malestar, por lo que se deben diseñar HVWDV LQVWDODFLRQHV SDUD EDMD WHPSHUDWXUD GHO DJXD GH FDOHIDFFL´Q OD WHPSHUDWXUD VXSHUILFLDO GHO VXHOR QR VREUHSDVDU¢ ORV q& HQ ODV ]RQDV QRUPDOPHQWH RFXSDGDV (VWR SHUPLWH TXH OD WHPSHUDWXUD GH HQWUDGD GHO DJXD HQ OD LGD D ORV GLVWULEXLGRUHV EDVWD TXH VHD HQWRUQR D ORV q& SURGXFLªQGRVH XQ PHQRU VDOWR WªUPLFR \ XQ PHQRU FRQVXPR HQHUJªWLFR HQ ORV VLVWHPDV de producción.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjE1NjQwNw==