REHABILITACIÓN DE LAS INSTALACIONES DE CALEFACCIÓN CAPÍTULO 8 109 +D\ TXH WHQHU HQ FXHQWD TXH ODV SªUGLGDV SRU WUDQVPLVL´Q D WUDYªV GH FHUUDPLHQWRV HQ FRQWDFWR FRQ HVSDFLRV QR habitables pueden ser mayores o menores en función de las condiciones de esos espacios no habitables, como la ventilación, el área expuesta de estos espacios al exterior y de la existencia de aislamientos en los cerramientos. Como \D VH KD PHQFLRQDGR HVWRV HVSDFLRV SXHGHQ XWLOL]DUVH FRPR HOHPHQWRV ŬDPRUWLJXDGRUHVŭ GH ODV SªUGLGDV HQHUJªWLFDV 3RU »OWLPR HQ HVWH WLSR GH SªUGLGDV HQHUJªWLFDV WDPELªQ VH GHEHQ GH FRQVLGHUDU DTXHOODV TXH VH SURGXFHQ HQWUH ODV distintas unidades de uso (entre viviendas o entre viviendas y espacios comunes, entre otros). Como se puede observar, estas cargas térmicas, si se rehabilita la envolvente térmica disminuyendo sus transmitancias térmicas y mejorando sus prestaciones de estanqueidad, van a verse reducidas, a veces de forma muy considerable, con lo que las cargas térmicas resultantes disminuirán. Esto implica la necesidad de utilizar equipos de menor potencia que, junto a un aumento de rendimiento de los equipos nueYRV GLVPLQXLU¢ FRQVLGHUDEOHPHQWH HO FRQVXPR HQHUJªWLFR \ OD VXEVLJXLHQWH HPLVL´Q GH &22, mejorando no solo la clasificación energética, sino también la percepción en el nivel de confort. 8.4 INCORPORACIÓN O REHABILITACIÓN ENERGÉTICA DE LOS SISTEMAS DE CALEFACCIÓN Cuando se debe afrontar una rehabilitación energética desde el punto de vista de la mejora de las instalaciones de calefacción, van a surgir dos grandes posibilidades, la no existencia de calefacción o la existencia de esta. La primera en la que la edificación o vivienda a rehabilitar no existe este tipo de instalaciones, la rehabilitación consistiría en la implantación de este tipo de dotaciones en la construcción objeto de estudio. Esto implicaría un proceso más estandarizado, que pasaría inicialmente por el dimensionado de todos los elementos que componen la instalación a partir del cálculo de las cargas térmicas a combatir. Para dimensionar adecuadamente estos elementos, deben de concebirse adecuadamente, es decir, diseñar la instalación y su implantación de la mejor manera posible, teniendo en cuenta el sistema de producción a utilizar, la tipología de red de distribución a ejecutar y el tipo de emisores y su ubicación a distribuir. 2EYLDPHQWH WDPELªQ SDVD SRU XQD FRUUHFWD HOHFFL´Q \ GLVSRVLFL´Q GH ORV VLVWHPDV GH FRQWURO \ PDQGR GH OD LQVWDODFL´Q SDUD que esta tenga un funcionamiento que proporcione el máximo confort posible al usuario. En la segunda de las opciones, con la existencia de esta instalación, lo primero que se debería analizar, tal y como ya se ha mencionado, es la idoneidad de la instalación existente, analizar sus componentes, distribución, situación y mantenimiento para YHU VL HV QHFHVDULD XQD DFWXDOL]DFL´Q \ R PHMRUD GH FXDOTXLHUD GH VXV SDUWHV 8.4.1 SUSTITUCIÓN DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN DE CALOR (Q HO FDVR GH HQFRQWUDUQRV FRQ VLVWHPDV GH SURGXFFL´Q GH FDORU DQWLFXDGRV FRQ DQWLJ½HGDGHV VXSHULRUHV D ORV D²RV suele ser conveniente estudiar el cambio de la máquina ya que, en muchas ocasiones, las calderas u otros equipos actuales suelen tener rendimientos mucho mejores que los existentes, pudiendo llegar en algunos casos a mejoras en el rendimiento PD\RUHV DO OR TXH VXSRQH XQ LPSRUWDQWH DKRUUR WDQWR HQ FRPEXVWLEOH FRPR HQ HPLVLRQHV GH &22. 6L \D VH WLHQH FODUR OD QHFHVLGDG GH FDPELDU HO HTXLSR GH SURGXFFL´Q GH FDORU HO VHJXQGR SDVR HV HYDOXDU HO WLSR GH HTXLSR más conveniente tanto desde el punto de vista del rendimiento energético, la disponibilidad de acceso al tipo de combustiEOH FRVWHV GH LPSODQWDFL´Q \ PDQWHQLPLHQWR \ SRU »OWLPR OD XELFDFL´Q GHO HTXLSR 6L HO HTXLSR SUHH[LVWHQWH WLHQH FRPR IXHQWH GH FRPEXVWLEOH DOJ»Q WLSR GH JDV QDWXUDO R */3 \ VH HVW¢ HQ XQ FOLPD GH LQYLHUnos fríos, suele ser interesante la conservación de la tipología existente y cambiar la vieja caldera por otra nueva con mejor UHQGLPLHQWR SDUD HOOR VH GHEH RSWDU SRU FDOGHUDV GH FRQGHQVDFL´Q FRQ UHQGLPLHQWRV VXSHULRUHV DO VREUH HO 3&, 31 6L OD caldera existente fuera de combustibles líquidos (normalmente gasoil de calefacción) o sólidos (carbón), el cambio por otra caldera de combustibles gaseosos incluso puede presentar una mejor opción, ya que además de aumentar el rendimiento, ODV HPLVLRQHV GH &22 disminuyen considerablemente. En este sentido, hay que considerar que las normativas actuales que regulan los rendimientos de los equipos hacen inviaEOH OD XWLOL]DFL´Q GH DOJXQRV WLSRV GH TXHPDGRUHV \ R VLVWHPDV HQ ODV LQVWDODFLRQHV DFWXDOHV (TXLSRV FRPR ODV FDOGHUDV 31 W /͗ WŽĚĞƌ ĂůŽƌşĮĐŽ /ŶĨĞƌŝŽƌ͗ ĂŶƟĚĂĚ ĚĞ ĐĂůŽƌ ƋƵĞ ƐĞ ƉƵĞĚĞ ĞdžƚƌĂĞƌ ĚĞ ůĂ ĐŽŵďƵƐƟſŶ ĐŽŵƉůĞƚĂ ĚĞ ƵŶĂ ƵŶŝĚĂĚ ĚĞ ŵĂƐĂ ĚĞ ĐŽŵďƵƐƟďůĞ ƐŝŶ ĐŽŶƚĂƌ ůĂ ƉĂƌƚĞ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚŝĞŶƚĞ Ăů ĐĂůŽƌ ůĂƚĞŶƚĞ ĚĞů ǀĂƉŽƌ ĚĞ ĂŐƵĂ ŐĞŶĞƌĂĚŽ ĐŽŶ ůĂ ĐŽŵďƵƐƟſŶ ĚĞů ŵŝƐŵŽ͘
RkJQdWJsaXNoZXIy MjE1NjQwNw==