pág. 4 DOCUMENTOS DE ORIENTACIÓN TÉCNICA EN EDIFICACIÓN ESTRUCTURA – Aceros corrugados para armaduras pasivas en estructura de hormigón (Eh-3) El suministrador deberá garantizar las características mecánicas mínimas conforme a las prescripciones de la tabla anterior. Además, las barras deberán tener aptitud al doblado-desdoblado, careciendo de grietas apreciables a simple vista al efectuar el ensayo según UNE EN ISO 15630-1. Alternativamente al ensayo de aptitud al doblado-desdoblado, se podrá realizar el ensayo de doblado simple, según UNE EN ISO 15630-1. Los aceros tipos B 400 SD y B 500 SD (aceros soldables con características especiales de ductilidad), deberán cumplir los requisitos en relación con el ensayo de fatiga (UNE EN ISO 15630-1) así como los relativos al ensayo de deformación alternativa (UNE 36065 EX), según los valores indicados en la tabla 32.2.d y 32.2.e, de la EHE-08. Para ello, entre otros, debe superar los dos millones de ciclos de carga en unas condiciones específicas para conseguir la homologación frente a la fatiga, así como las cargas cíclicas con la alternancia repetida de esfuerzos de tracción y compresión sobre el acero, siendo el efecto de estas alternancias mayor que el producido por la fatiga. Corrosión de las armaduras Los factores desencadenantes más relevantes de la corrosión de las armaduras en el hormigón son la carbonatación de éste y la presencia de iones pasivantes. CARBONATACIÓN Se define como carbonatación a la reacción química entre el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera con las sustancias alcalinas presentes en los poros y con los componentes hidratos del hormigón (Hidróxido de calcio (Ca [OH]2) contenido en la pasta de cemento. Para el hormigón armado, el fenómeno de carbonatación puede ser el origen de serios daños estructurales. Como sabemos, la elevada alcalinidad que le confiere el cemento (pH>12), hace que el hormigón proteja al acero de la corrosión. Sin embargo, la carbonatación reduce la alcalinidad (pH<9), teniendo como consecuencia la pérdida de la capacidad pasivante del acero, lo que favorece la oxidación. El desarrollo de la carbonatación depende en gran medida de diversos factores, entre los que se encuentran: el contenido de CO2 en la atmósfera, permeabilidad del hormigón, cantidad de sustancia carbonatable (tipo y contenido de cemento) y la humedad relativa del ambiente. El aumento de la relación agua-cemento favorece el proceso de carbonatación, al proporcionar hormigones más permeables. Se estima que un hormigón con relación agua-cemento de 0,7 presenta una profundidad de carbonatación del orden del doble que uno con relación 0,5. En general, la oxidación y/o corrosión del acero se acompaña siempre con un aumento de volumen de la barra, lo que provoca generalmente el desprendimiento del hormigón que recubre al acero. Fig. 7. Corrosión de las armaduras y desprendimiento del hormigón de un pilar. Fig. 8. Oxidación/Corrosión del armado inferior de viga de forjado. Deficiente recubrimiento del armado.
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