CAPÍTULO 5.º Recomendaciones prácticas para el ejercicio profesional A modo de último capítulo, previo a los ejemplos prácticos, se aportan una serie de recomendaciones concretas fruto de la experiencia práctica de los autores, con miras a facilitar el ejercicio profesional. 5.1.- Estrategias previas necesarias. Recomendaciones para el anteproyecto Debe entenderse que cualquier ejercicio de aproximación al comportamiento energético existente o futuro de una edificación en cualquier tipo de proyecto (obra nueva, rehabilitación, adecuación, etc.) siempre va a tratar de ser una aproximación fiel a la realidad. Dicha aproximación deberá ser suficiente y eficiente, es decir, lo suficientemente desarrollada para evidenciar, en su caso, las posibles carencias con respecto a los mínimos normativos vigentes y predecir, en todo caso, un comportamiento futuro de la edificación, totalmente acorde cuando menos a estos mínimos exigibles. Todo ello con el mayor grado de economía de medios técnicos y guardando una posición austera en el desarrollo técnico de los modelos energéticos de referencia, que permita al equipo de diseño la agilidad suficiente para dar respuesta a los cambios habituales de todo proyecto de edificación. Debe entenderse en todo momento que las exigencias normativas de referencia en esta materia, aun dando la apariencia de estar velando por una cuestión monotemática de conservación de la energía, realmente están tratando una cuestión higrotérmica de más largo alcance. Un claro ejemplo de esto último es la evidencia de cómo, en las sucesivas versiones del DB de ahorro de energía, el grado de exigencia en control de los puentes térmicos adquiere más peso específico, puesto que es en dichos puntos singulares en donde puede adquirir total relevancia un mal diseño, propiciando problemas de comportamiento futuro que con seguridad derivarán en posibles patologías con muy mal pronóstico. Sin dejar de lado lo anterior, velar por la conservación de la energía conlleva una cuestión de índole económica ya que, independientemente de la zona climática de la que se trate, una incorrecta predicción a futuro de las capacidades de la edificación de referencia conllevará un perjuicio económico para sus usuarios. Nunca deberá dejarse de lado la cuestión del confort y la salud, ya que un buen diseño auxiliado por una buena ejecución material velará por el bienestar de los usuarios. En uno de los puntos anteriores se ha comentado la importancia de la cuestión higrotérmica, evidentemente velando por la integridad del edificio, evitando patologías posibles y derivadas de la aparición de humedades de condensación, intersticiales y / o superficiales, pero nunca habrá que perder de vista que dichas patologías crean el caldo de cultivo idóneo para la proliferación de mohos, hongos y otras bacterias los cuales pueden afectar directamente a la salud de los usuarios y ocupantes durante toda la vida útil de la edificación. Relacionado directamente con este punto está la necesaria participación de la ventilación suficiente y eficiente y de la luz natural, cada día más necesaria en cualquier circunstancia a medida que se incrementan las exigencias normativas en materia de eficiencia energética. PARTE 2.ª DESARROLLO DE LAS NOVEDADES REGLAMENTARIAS Y RECOMENDACIONES PARA EL EJERCICIO PROFESIONAL CAPÍTULO 5.º PRINCIPIOS EN MATERIA DE EFICIENCIA ENERGÉTICA EN EDIFICACIÓN 85
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