Llegado el momento de proponer soluciones y sistemas alternativos, por la causa que sea (incremento del grado de exigencia normativo, racionalización de costes, etc.), puede darse el caso de que su naturaleza específica haga necesaria la participación de un profesional con conocimientos avanzados y probada solvencia para justificar la elección, tanto en el plano técnico como en el económico y legal. Así pues, esta figura se hace necesaria, de manera paralela al ejercicio de innovación de cualquier despacho de proyectos, en el momento en que se tratan de introducir cambios sustanciales en las soluciones constructivas o cuando se carece de ellas para dar respuesta a nuevas necesidades de diseño. El desempeño de esta figura profesional no tiene tanto que ver con la justificación de los documentos básicos específicos en eficiencia energética como con un trabajo más multidisciplinar y profundo, por lo que se requerirá un alto grado de conocimientos en todas las áreas transversales del proyecto además de las propias de su especialidad, ya que sus propias decisiones pueden incluso llegar a condicionar de partida cualquier proyecto en todas sus dimensiones. La exigencia normativa en materia de eficiencia energética es tal hoy día, que no es de extrañar que esta intervención profesional participe ya en los primeros pasos del proceso de diseño pues será necesario aportar la máxima seguridad en cuanto a las consecuencias de una u otra decisión proyectual. Imagen 2.1: Primeros análisis energéticos conceptuales (fuente: los autores). Software: SG SAVE – Efinovatic. Hoy día se cuenta con las herramientas de software que nos pueden aproximar de una forma ágil al resultado energético final en un estadio muy preliminar y, quizá lo más importante, reaccionar con la necesaria agilidad a las más que habituales y necesarias versiones y cambios con mayor o menor calado en esta fase del proyecto. 26
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